La semana pasada una nena del grado, nos contó que nacería su hermanita.
Ante su entusiasmo, por la llegada, le propuse hacer una carta para la beba, en la que escribirían entre todos las virtudes de estar vivo.Acordamos no contarle las cosas feas porque... de esas ya se iba a enterar.
La idea era que esa carta, fuera guardada por su mamá hasta que la nena pudiera entenderla y entonces sería el momento de leérsela.
Hoy, ya nacida la beba, me dictaron el texto que se lee a continuación y que luego de copiarlo del pizarrón, firmaron todos los presentes.
Le pedí permiso para publicarla en el blog y entonces ahora la comparto con ustedes.
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